Mª Consuelo
Giner Tormo
Esta ponencia tiene dos partes, la primera, como
historiador, pero la auténtica sorpresa ha sido la segunda, como poeta, como
veremos.
Investigar sobre Vicente
Ramos y su vinculación a la música ha sido una gran satisfacción, porque me ha
demostrado su inmenso afán por perpetuar la Historia de Alicante, no sólo en lo
que respecta a la música, sino a todos los niveles; es un gran historiador y
queda de manifiesto en los libros que he podido consultar, pues algunos están
en archivos que se encuentran en proceso de remodelación y no ha sido posible
acceder. Los libros o enciclopedias que destaco de entre los que he podido ver
son los siguientes, relacionados por orden de fecha de publicación:
El Teatro Principal en la
Historia de Alicante
(1847-1947), de 1965, señalando principalmente la fecha
25-9-1847, donde se alzó el telón por primera vez, con la obra Guzmán del Bueno, de Antonio Gil y
Zárate, drama histórico en 4 actos y en verso, de 1842. En enero de 1848 ya se
representaron óperas de Verdi, como Atila,
Il Nabucco, Hernani; de Fioravanti: Columela;
de Donizetti: Lucia de Lamemour. (p.
49-50). Da cuenta del folklore y de las tradiciones alicantinas, como la del
<<porrat de san Antón>>, el carnaval, máscaras, veladas en el
Liceo, en la Unión de Amigos y otras sociedades, etc. Hay fechas que se
confirman en otros libros suyos, como, por ejemplo, esta de la inauguración del
Teatro Principal, se vuelve a repetir en la página 315 de su obra Crónica
de la provincia de Alicante,
de 1979, de la que hablaré luego, pero primero de otro hecho del año 1965,
nombrado Pregonero de Villajoyosa.
Pregón de las fiestas de
moros y cristianos, es
un folleto de 1965, donde se publica el pregón que pronunció en la Asociación
de santa Marta, de Villajoyosa, donde da cuenta de que ya en 1890 José María
Escuder en Plus Ultra, dice que las
fiestas fueron presenciadas por 15.000 personas y da detalle sobre la
caballería mora, compañía de contrabandistas, reyes, regentes, y ministros de
guerra, bandas de música…, combates, realzando, así, la fiesta de moros y
cristianos en Villajoyosa, tan consolidada.
Crónica de la provincia de
Alicante, 1979, da cuenta de aspectos socio-económicos,
culturales, de política general, sanidad, guerra, etc. En la pág. 104, hablando
del año 1813 dice: “Si bien se carecía en Alicante de un teatro propiamente
dicho, se llevaron a efecto algunas funciones en almacenes. Así, en 1813,
actuaron: la compañía de Juan del Castillo, de Cartagena; la de Francisco
Cucarella, que ofreció -marzo- las maravillas de su Máquina de figuras,
escultura y sombras chinescas y la de Juan Maestreti -septiembre-<<Autor
de la compañía Cómica de Máquina Real>>.
Otro dato que me ha
resultado muy curioso es que, en la página 348 dice que Elche, en 1847 solicitó
de S.M. la venia para construir un coliseo, enajenando varios créditos contra
el Estado, a lo que la reina prestó su conformidad mediante R.O. de 29 de enero
de 1848” ..., más adelante: “ediles y contribuyentes decidieron la edificación
en el solar de la ermita de San Jerónimo, adjudicándose la obra en 1859 (11 de
diciembre).
Y en la página siguiente, la
349 dice “... Se inauguró el 3 de junio de 1865, siguiendo este programa: un himno de Blas Ripoll, Rafael, con letra
de Luis G. Llorente, representación de la comedia La Cosecha, de Luis Mariano Larra y escenificación de la pieza en
un acto Cada loco con su tema.
Historia de la Diputación Provincial
de Alicante, 2000, se trata de un compendio pormenorizado
de las actividades realizadas en la Diputación Provincial de Alicante; yo he
podido consultar los cuatro primeros tomos, desde 1822 hasta 1929, reflejando
todo tipo de decisiones: becas, puestos de trabajo, pensiones, certámenes
musicales..., durante esa centuria. Por ejemplo, en el tomo III cuenta cómo,
“al fallecer Ruperto Chapí el 25-3-1909, en abril siguiente tuvo lugar en el
Teatro Principal lucentino una velada de enaltecimiento al ilustre compositor.
La comisión acordó, el 20 de abril, asociarse al homenaje” (p. 657).
En el tomo IV se acuerda que
“las pensiones concedidas en lo sucesivo para estudios de canto, pintura y
escultura no tendrán más duración que 4 años, previa certificaciones del
Director del establecimiento donde asistan, que se hallen haciendo los estudios
con aprovechamiento (cada seis meses). Y en lo sucesivo, las vacantes de
pensionado se cubrirán por oposición (p. 67).
El 26 de abril de 1914 se
estrena con gran éxito la suite Poema
para niños, de Óscar Esplá, por la orquesta Nacional de España. “El
concejal, sr. Ors solicita que en Alicante se le nombre “Hijo Preclaro”, que la
Banda municipal festeje y que en la noche del domingo próximo se celebre en
honor de Óscar Esplá una verbena en el Paseo de los mártires” (p. 220). Me
alegró mucho comprobar por escrito este hecho, ya que la primera persona que me
informó de que O. E. no había sido nombrado “hijo predilecto de Alicante”, tal
y como inscribió el escultor Arcadio Blasco, quien hizo la placa para ponerla
en la puerta de la fachada donde nació (en la Plaza de Calvo Sotelo), fue don
Manuel Sánchez Monllor, que se encuentra presente en la sala. Por cierto,
también hay otra placa en el Edificio Alicante, en la Av. Ramón y Cajal 5
(encima de la Biblioteca), que reza “Esta casa fue el último domicilio
alicantino de O.E.”, promovida por el mismo Manuel Sánchez Monllor.
Pues bien, todos estos
libros, y otros, en la misma línea, dan cuenta de su gran capacidad como
historiador, del amor que sentía a perpetuar la Historia tal cual pasó, con
honestidad y sinceridad...
Pero el gran descubrimiento
de Vicente Ramos ha sido como poeta. Tiene unos libros, tanto en verso como en
prosa poética, que son una maravilla y en los que hace múltiples alusiones y
comparaciones a la música. Voy a exponer, por orden de fechas:
Pórtico auroral, fue su primer libro
de versos en prosa, escrito en 1943. Tiene dos prólogos poéticos, titulados
Preludio y Obertura.
Voz derramada, del año 1946, micropoemario
escrito en prosa poética. En su trabajo titulado “breve psalterio”, inspirado
en el Salmo 45, 2, dice: “...Brotó en mis labios la flor pura de una canción,
canción sin palabras, quebrada en el hondo suspirar del alma”.
Cántico de la Creación y del
amor, 1950,
es el tercer poemario escrito en su juventud y como él mismo explica “se trata
de satisfacer una necesidad espiritual; responde a mi ferviente deseo de
expresar poéticamente un anhelo religioso, fundamentado en una concepción del
hombre vinculado al Ser Transcendente”, donde hace unas aportaciones bellísimas
vinculadas a la Palabra y a la Música. Ya el prologuista, Santiago Moreno,
dice: “Canción infinita de celestial poesía es este Cántico de la creación...,
cuyo autor es Vicente Ramos, ha edificado, como a su propia alma, con sólidos
fundamentos eternos”. La verdad es que este libro me ha fascinado y pienso que
valdría la pena reeditarlo, como el mejor homenaje que se podría hacer. Fíjense
ustedes, en el número 7, del Canto 1, inspirado en San Juan de la Cruz “Avisos
y sentencias” <<Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y esta habla
siempre del eterno silencio, y en el silencio ha de ser oída del alma>>,
titulado La Palabra, en el que hace
unas comparaciones con términos musicales preciosas:
Como buceadora de espacios,
bisturí de los cuerpos o cosas,
lluvia gota a gota
calando hasta las más hondas simas.
La Palabra revela
las últimas profundidades del ser
abierto dulcemente
en acorde musical.
Eterna playa donde hay cadencias
de besos incansables,
ritmos de olas blancas,
azules,
rojas,
lívidas,
blancas, otra vez. Y siempre.
Pero la palabra única,
la blanca más blanca
la radiante,
la hermosa,
la Palabra que no conoce el silencio
es la Ingénita y melódica.
Tú eres esa Palabra,
Palabra que habla en sí
y despierta
y abre los secretos de las cosas
en un magno soliloquio
de llena y fecunda soledad.
Oh, Dios,
qué arcanos alumbrarías
cuando de tu boca, sin contorno,
surgió la Palabra,
esa:
Ingénita
Melódica.
No tiene desperdicio este
bellísimo poema.
Un fragmento de otra poesía:
Gloriosos, como angélicas criaturas,
todos los horizontes modulaban
el Salmo de tu Sabiduría.
En acordes de honda y triunfal cadencia,
himnos de amor las esferas cantaban
...
En otros hace constantes
alusiones a la música, utilizando expresiones como “jardín de auroras sobre
melodías blancas”, “cántico de las cosas”, “apenas tímida sonatina
adolescente”, “Agua viva, sonora, cabalgando sobre la misma gracia de su
música”, “surta firmamento de nidos cantores”, “y el amor se mostró en gracia
de cántico”, “como miembros de una selva polifónica”, “todos los horizontes
modulaban el Salmo de tu Sabiduría, en acordes de honda y triunfal cadencia,
himnos de amor las esferas cantaban”, etc.
Fábulas de la mañana y el
mar, 1959,
en prosa poética, también. En “Donde Alone habla de los alicantinos”, hace
apreciaciones estéticas sobre los alicantinos, muy interesantes. Dice, en la
página 86: “¿Predominio de lo sensible sobre lo inteligible? Alone así lo
afirma. El alicantino tiene más desarrollada la sensibilidad que la razón. No
es rico en ideas; sí en afectos y emociones. ...En el alicantino es innato el
sentido estético. Julio Vargas escribe en <<Viaje por España>>
(1895) que <<Alicante es artista, quizás sin darse cuenta de ello>>.
Subconsciencia que fulgura en la obra de sus pintores, de sus músicos, de sus
escritores. ... De todas las artes, acaso sea la música la que más entusiasmo
ha despertado en los alicantinos”.
Y, para terminar, sólo
comentar que los músicos solemos decir que la mejor manera de homenajear a un
compositor es tocar su obra, editarla. Yo sugeriría, como homenaje póstumo, dos
actuaciones:
Reeditar sus tres primeros
poemarios y si tiene que ser sólo uno, el de Cántico de la creación y del amor, por hacer un autorretrato de su
alma. Y solicitar una placa al Ayuntamiento. Lugar: última vivienda alicantina.
Mª Consuelo Giner
Tormo