Centenario de Vicente Ramos

El historiador, poeta, hernandiano y erudito VICENTE RAMOS PÉREZ, nació en Guardamar el 7 de septiembre de 1919. El presente portal lo dirige Ramón Fernández Palmera, correo: ramon.palmeral@gmail.com, con motivo de su centenario. Seminario del 20 al 24 de marzo de 2019 Sede Universitaria Alicante.

jueves, 21 de marzo de 2019

Conferencia inaugural de Joaquín Santo Matas sobre Vicente Ramos en su Centenario





         (Joaquín Santo Matas y Consuelo Jiménez de Cisneros, fotografoia de Palmeral, 20-03-2019)





Vicente Ramos, historiador, cronista y político. Una vida de pasión por el estudio

JOAQUÍN SANTO MATAS

20 de marzo de 2019. 19,00 h. Sede Universitaria


Creo que es de justicia comenzar hablando de mis vínculos en vida y post mortem con Vicente Ramos.

Mi padre conocía a Vicente 'desde siempre'. Amistades aparte, la primera constancia de intervenciones conjuntas de ambos, data de 1952 cuando los dos participaron en el Casino en sendos homenajes a San Juan de la Cruz y Gabriel Miró, el 21 de marzo y el 4 de junio respectivamente.

Lo visitábamos en Aitana, como a él le gustaba decir, en su chalet 'Alone', nombre de la antigua colonia griega asentada donde hoy está su Guardamar natal.

Colaboramos juntos en la Asociación Defensora de los Intereses Alicantinos donde me introdujo y propició me hicieran secretario general. En común, trabajamos por la defensa del alicantinismo y valencianismo en contraposición con el pancatalanismo y la manipulación histórica respecto al mismo.

Voy a repasar un pequeño anecdotario sobre mis vínculos con él.

1982.- Me prologó el libro que yo  coordiné llamado ‘Tierras Alicantinas'. 

Abril 2006.- Folio dedicado a la farmacia de mi sobrina Mayo Lloret ubicada en la avenida de su nombre.

20 marzo 2009.- 'Vicente Ramos nonagenario'. Artículo en Información pidiendo e le realizara un homenaje ante su noventa aniversario.

27 marzo 2009.- Mi conferencia 'Alicante, Historia y cultura de un municipio bimilenario' estuvo dedicada a él en el Club de Opinión Encuentro.

La víspera, me escribió el siguiente correo: “Lamento que mi poca salud no me permita asistir a tu conferencia en contra de mi deseo. Conozco tu amor por nuestra tierra, tu noble afán por encontrar siempre la verdad y tu diafanidad expositiva. Por ello estoy seguro que tu palabra revelará nuevos e interesantes aspectos del acontecer histórico del pueblo alicantino”.

Junio 2009.- Lo cito en la Introducción de mi libro ‘Treinta alicantinos al servicio de la Humanidad’.

27 noviembre 2009.- A petición mía, escribe ’Deseo', último artículo de su vida, en La Verdad con motivo de la renovación del formato y diseño de la edición alicantina de este periódico.

2010.- Escribo la colaboración ‘Vicente Ramos, historia de nuestra historia’ en el opúsculo ‘Vicente Ramos Testigo de Alicante’ publicado por el Grupo de Estudios de Actualidad.

3 de junio de 2011.- Obituario en La Verdad a 6 columnas.

4 de junio de 2011.- Comentario sobre su figura en Información.

6 de octubre de 2011.- Homenaje a Vicente Ramos en el Ateneo de Alicante. Intervine con Gaspar Peral Baeza y José Pastor Navarro.

2 de noviembre de 2011.- Conferencia en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés. ‘Vicente Ramos en cuerpo y alma. Vivencias y ausencia’.

Diciembre 2011.- Cita en la introducción de mi libro ’50 años del Restaurante Dársena en la Historia de Alicante’ para el que le recabé algún dato meses atrás, muy poco antes de morir.

Junio de 2012.- Artículo ‘Vicente Ramos y las Hogueras’ para el llibret de Calvo Sotelo.

2 de febrero de 2018.- Conferencia de clausura de la V JORNADA DE ACADÉMICOS CORRESPONDIENTES DE LA REAL ACADEMIA DE CULTURA VALENCIANA. ‘Vida y memoria del académico Vicente Ramos, coetáneo de Eduardo Primo Yúfera’.

1 de febrero de 2019.- Conferencia inaugural de la VI JORNADA DE ACADÉMICOS CORRESPONDIENTES DE LA REAL ACADEMIA DE CULTURA VALENCIANA. ‘Vicente Ramos, entre el alicantinismo y la valencianía’.

Vayamos con su biografía resumida.

Nacerá el 7 de septiembre de 1919 en la Real Villa de Guardamar del Segura, único municipio de la Vega Baja que conserva la lengua valenciana y en donde el río desemboca.

Su padre, Vicente Ramos Cánovas, era terrateniente, juez de paz, católico y republicano, en la línea de Niceto Alcalá Zamora. Cuando se proclamó la II República, era alcalde de Guardamar. La víspera, 13 de abril, lunes de Pascua, conocidos los resultados electorales, fue sacado a hombros del Ayuntamiento.

Su madre, Rosario Pérez Aldeguer, murió cuando Vicente tenía solo dos años. Su hermana Rosario también fallecería a la edad de siete años.

Lo cuidan sus abuelos Rosalino y Filomena y sus tías Carmen y Rafaela, ésta maestra como su madrastra Joaquina López Gil con la que casará su padre en 1927, dándole una hermana de nombre Pilar.

Como ejercía ella el Magisterio en Novelda, allí vivirá y cursará la Primera Enseñanza. En mayo de 1931 realiza el examen de Ingreso en el Instituto de Segunda Enseñanza de la calle Joaquín Costa de Alicante. 1º y 2º de Bachillerato lo cursará en Elche, el 3º en Murcia y el resto en Alicante.

Con apenas diez años ya lee ‘Superrealismo' de Azorín y siendo estudiante de Bachillerato, en Alicante, el bibliotecario municipal y escritor Eduardo Irles le aconseja 'La novela de mi amigo' de Miró que iniciará su cautivación por este escritor.

El ambiente de la II República y su inquietud juvenil lo llevan a afiliarse a las Juventudes de Izquierda Republicana en 1936 que presidía el que fuera de por vida gran amigo Manuel Molina. Ávido lector, se siente atraído por el anarquismo filosófico de Proudhom que rechazaba a la autoridad como rectora de la sociedad, fomentando en grado sumo el individualismo pero repudiando la violencia; y también por el anarquismo intelectual que con Nietzsche lo apartará de la religión. Así, ingresará enseguida, año 1937, en la CNT, el sindicato anarquista.

En ese año logra el Bachiller Superior muy brillantemente; tras un cursillo acelerado consigue el título de Maestro de Primera Enseñanza, dando clases en Alcoy (colegio Máximo Gorki), y también, un certificado de practicante, después de un corto periodo de formación con el dr. Ernesto Ripoll, director del Hospital Provincial de Alicante.

El 21 de agosto de 1937 conoce a Miguel Hernández en el Ateneo donde dio una conferencia-recital organizada por la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura en vísperas de marchar hacia la Unión Soviética donde llegará días después.

En 1938 se moviliza su quinta, hace un periodo de instrucción en el alicantino cuartel de Benalúa y publica su primer artículo sobre Larra en ‘Bandera Roja’, Diario de los Trabajadores. Órgano de la UGT. Ni el propio Vicente Ramos lo ha podido localizar.

En tan solo un año como soldado anduvo por tierras de Castellón (Albocácer, Benasal...), el frente de Aragón, luego Granada y Extremadura para recalar finalmente en el Hospital de Sangre de Requena. Esas titulaciones exprés que consiguiera le sirvieron para ejercer de miliciano de la Cultura y de asistente sanitario, lo que le valió no tener que disparar un tiro y sí dar charlas docentes a la tropa y atender a los heridos.

Estamos a finales de marzo de 1939; la guerra se da por finiquitada, Vicente ve a sus superiores quemando documentos ávidamente mientras animan a la tropa a huir en desbandada. Marcha andando en dirección a Valencia, consigue que un camión lo lleve hasta la capital y allí con los pies destrozados va a un hospital para que lo curen. Como miembro del ejército republicano fue instado a dirigirse a la plaza de toros para concentrarse allí.

Frente a ella se encuentra el Hotel Metropol, el mejor de Valencia entonces, antigua sede de la embajada de la Unión Soviética a cuyo frente estaba el controvertido Marcel Rosenberg cuando allí se ubicó el Gobierno de la II República. El propietario lo aloja en él, le da ropa de civil y le indica días después un tren de mercancías que salía para Alicante en uno de cuyos vagones se esconde.

Arribará sin problemas tras tirarse del vagón en marcha antes de llegar a la estación y su espíritu cambió. En el macuto llevaba una Biblia y vuelve a la fe católica. El dolor que le causara la guerra donde vio a tanta gente morir y la violencia anticlerical de la que fue testigo, le hicieron cambiar rotundamente. Además, corrían nuevos vientos y nuestro protagonista tenía 19 años, muchas inquietudes intelectuales y una vida por delante que no quería empezar en una cárcel.

Lo verdaderamente increíble es que un chaval con esa edad, soldado del ejército republicano, con carnet cenetista que conservaba y sin familia conocida en Alicante, comenzara enseguida a escribir artículos en Hoja Oficial de Alicante, el primer periódico franquista continuo, editado nada más acabada la contienda por la 3ª Cía. de Radiodifusión y Propaganda en los Frentes.

El mismo abril inició sus llamadas 'Vías imperiales', colección de seis artículos patrióticos donde reflejaba el espíritu del lema 'Por el Imperio hacia Dios' pleno de exaltación política y mirada puesta en Franco, la religión, los Reyes Católicos, Hispanoamérica y África.

El primero, publicado sin firma el viernes 28 de abril, se titulaba ‘Primavera en España’ y comenzaba así: “Jóvenes estrofas envueltas entre el polvo glorioso de mil batallas heroicas, cruzan los aires y atraviesan los campos los cuales se aprestan a sonreír a la nueva Primavera que por cielo, tierra y mar era esperada”. Concluirá de esta manera: “Primavera es juventud, es optimismo, es poesía. Y esta valiente generación, que ha amasado las lágrimas con sus himnos, se ha vestido de primavera con el rojo clavel y la azul violeta”.

También llama poderosamente la atención una narrativa madura para su edad y el empleo de un lenguaje alambicado. Como ejemplo, leemos el inicio de la II Vía, publicada el 30 de abril bajo el título de ‘El milagro de la resurrección’: "Carente de un aire salvador, la mefítica y caliginosa atmósfera, ahogaba paulatinamente -con el veneno de su pútrida corrupción- al noble y gallardo pueblo español".

Usará palabras como ilota, fosco, ergástula, pródromo, flébil... En el segundo artículo aparecerán al pie las iniciales V. R. y en el tercero, el 3 de mayo, ya V. Ramos y Pérez.

Este 1939 se matricula en la Universidad de Valencia en Filosofía y Letras. Dos años después continúa sus estudios en la Central de Madrid donde se licencia en 1943, año en que se casará con Manolita Moya García a la que dedica su primer libro, 'Pórtico Auroral', conjunto de poemas en prosa lírica.

La crítica anónima que publica ‘Información’ -“no basta con una lectura rápida y fugaz, sino que necesita la concurrencia de amplio tiempo y de pausadas meditaciones”- coincidirá en fecha, domingo 10 de octubre, y página -‘La vida literaria’- con su primer artículo sobre Gabriel Miró 'Evocación de Sigüenza' que comienza: "Se nos abre el alma en anchas espumas de optimismo con la gloria de este día".

La segunda parte de 'Pórtico Auroral' se llama 'Canto de amanecer' y también rezuma optimismo. El mundo está en guerra pero Vicente se muestra feliz. Acaba de terminar su carrera y sobre todo le queda mes y medio para casarse con Manolita, la que será su compañera del alma durante casi 68 años que sintetizará, cuando llegó a nonagenario, diciendo que el éxito de ese patente y perdurable amor desde su origen estuvo en hacer de las dos vidas una.

Da clases en diversos centros docentes tanto de Alicante, Maristas, Colegio de Ciegos…, como de Elche, -‘Primum vivere, deinde philosophari’- y tiene en un invidente su gran referente cultural, Francisco Figueras Pacheco, hombre absolutamente genial, según sus propias palabras, que le donó todo su archivo, capaz de escribir sin ver el inmenso tomo (1.206 páginas) de Alicante en la Geografía General del Reino de Valencia de Francisco Carreras y Candi; cronista oficial de Alicante entre 1908 y 1960, licenciado en Derecho por Valencia y doctor por Madrid, una Real Orden de enero de 1912 le impidió acceder a la cátedra de Derecho Natural de la Universidad de Valladolid al recoger aquel texto la prohibición de que un ciego pudiera ser catedrático universitario. Ello le llevó a decantarse por los estudios geográficos e históricos.

Resulta imposible explayarnos en la actividad literaria de Vicente Ramos que la inició en enero de 1940 fundando la revista literaria ‘Arte Joven’. Resumiendo, diremos que creó, por iniciativa de Antonio Ramos Carratalá, la biblioteca Gabriel Miró, que abrió sus puertas en la parte trasera de la sede de la Caja de Ahorros del Sureste de España, el 27 de abril de 1952. Gestada 8 años atrás, fue su director hasta que se jubilara.

Por entonces ya había tenido problemas con el régimen franquista cuyo origen hay que buscarlo en 1950 cuando publica con Manuel Molina 'Seis poemas inéditos y nueve más' de Miguel Hernández, determinando ayudar a su viuda e hijo, organizando una suscripción nacional para evitar que Miguel fuera a una fosa común y se le pudiera comprar un nicho así como divulgando la obra poética del oriolano.

En marzo de 1952 el boletín Relevo, Hoja volante del SEU de Alicante, publica un artículo sin firma titulado ‘¡Ya está bien! Aviso a los navegantes’ donde, entre otras cosas, se dice: “Por eso vemos con estupor, con estupor y con asco, la admiración bobalicona y palurda a Miguel Hernández de ciertos cenáculos semi-intelectuales que recitan versos facilones y cursis con pedantería provinciana”.

El traslado de los restos mortales de su madre al nuevo cementerio de Guardamar le incita a escribir en 1956 'Destino de tu ausencia', Premio de Literatura de la Diputación de Valencia en su apartado de Poesía de ese año, publicado por la misma al siguiente. Para Vicente, su obra preferida.

Entre 1957-59 vivirá en Estocolmo donde imparte clases de Lengua y Literatura y da conferencias. De ahí saldrá la edición de 'Poetas suecos contemporáneos' en cuya traducción le ayudó Greta Engberg.

Vuelto a España realiza su tesis doctoral 'El mundo de Gabriel Miró' en 1964 y con 'Literatura alicantina (1839-1939)' conseguirá el Premio Azorín en su primera edición (1965).

Respecto a su trabajo como historiador que es el que más fama le ha dado, resumamos diciendo que ha escrito sobre la II República, la guerra civil, el parlamentarismo, obrerismo y franquismo en la provincia de Alicante; sobre el Teatro Principal, el Ateneo y hasta el Hércules y el fútbol en Alicante. Dejo para el final la voluminosa 'Historia de la Diputación Provincial de Alicante', encargada con 83 años. Se publicaron cinco tomos, con más de 3.500 páginas, quedando un sexto prácticamente concluido.

Centrado en esa monumental obra, ya no prodigó colaboraciones en prensa. Tal trabajo supuso la culminación de una labor investigadora que por sí justifica su función de cronista oficial de la provincia.

Pero al respecto también hay que decir que es autor de la crónica de la provincia de Alicante, centrada en los tiempos contemporáneos que es sobre los que él ha trabajado siempre.

También escribió biografías, entre otros, de Gabriel Miró, Rafael Altamira, Figueras Pacheco, Miguel Hernández, Julio Guillén Tato, Eduardo Irles o Lorenzo Carbonell; ensayos sobre Arniches, Azorín o Juan Sansano. De buena parte de ellos se va a hablar en este seminario por parte de auténticos especialistas.

El trabajo de Ramos es exhaustivo en grado sumo y su honestidad a la hora de indagar en las fuentes, le hizo no considerar suyos datos de otros autores y entrecomillar las citas así como ser generoso en las reseñas bibliográficas y las notas a pie de página. Por ello, fruto de la envidia sin duda, algunos lo llamaban “el marqués de Comillas” cuando por desgracia abundan quienes hacen refritos de otros autores y ahora, con Wikipedia, abundantes “corto y pego”.

Con una enorme pulcritud en el lenguaje, gustaba de los superlativos y sus estudios más completos tienen también un un valor añadido, el de los índices onomásticos y toponímicos al final de sus obras.

Cronista e Hijo Predilecto de Guardamar y también cronista oficial de Guadalest, académico de diversas instituciones, hijo adoptivo de Alicante, medalla de oro de la provincia y un largo etcétera de distinciones.

Morirá el 2 de junio de 2011, 60 años y un día después que su admirado Rafael Altamira, el mayor erudito que ha dado Alicante, identificado con esta frase suya: "Sea Vd. buen ciudadano pero no partidario; ayude Vd. a todo lo bueno pero no se ligue a ninguna corporación, sociedad o grupo que le obligue a una conducta cerrada".

Pero Vicente Ramos acabaría sucumbiendo a la tentación política aunque fue por breve tiempo. Primero se involucró desde su propia bibliografía en la promoción de todo lo que le vinculara al alicantinismo que él consideraba un algo afectivo hacia la tierra nativa, como le gustaba decir, decantándose más por el término ‘alicantinidad’ que lo definía como un concepto metafísico.

Nuestro protagonista a lo largo de su dilatada vida pública sufrió calumnias, infamias, envidias hasta insultos personales, primero al ser atacado de surestista y con posterioridad de ‘blavero’ reaccionario.

Como el tiempo es limitado, me he de ceñir a algo para mí irrefutable, sus manifestaciones vertidas negro sobre blanco porque, para bien o para mal, como dijo Aristóteles, el hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios.

La Caja del Sureste, movida por los intereses económicos del espacio geográfico que figuraba en su nombre, jugó un importante papel en los movimientos surestistas, a lo que colaboró la implantación en Alicante de una edición del periódico La Verdad de Murcia en el otoño de 1963. Bien es verdad que cuando se celebraron las bodas de plata de esta entidad de ahorro -diciembre de 1964- el presidente del Consejo de Administración Román Bono Marín dijo: “La denominación de Sureste no tuvo carácter regionalista, sino simplemente localización geográfica de su ámbito operativo”.

Pero el proyecto de trasvase Tajo-Segura de 1966 acrecentó esa idea de creación de una región del Sureste donde se incluiría a Almería, por ser esta provincia beneficiaria del mismo, estar su capital a 413 kilómetros de Sevilla y solo a 218 de Murcia con la que compartía inquietudes.

Vicente Ramos, empleado de la Caja de Ahorros del Sureste de España y muy amigo de Ramos Carratalá, se interesó por aquella defensa de intereses agrícolas comunes que iba a incentivar el trasvase y fue entonces acusado de surestista cuando él este concepto solo lo entendía desde un punto de vista económico.

Con textos publicados, lo cual resulta irrefutable, voy a desmontar esos ataques de surestismo que duran hasta hoy en día.

El domingo 12 de julio de 1964, fijémonos en el año, Vicente Ramos escribe en el diario Información un artículo que titula elocuentemente ‘No somos catalanes’, refutando las tesis de Joan Fuster aparecidas en sus libros ‘Nosaltres, els valencians’ y ‘El País Valenciano’, ambos editados en Barcelona el año 1962.

Dice literalmente: “Con el solo argumento inmigratorio (…) Joan Fuster sentencia sin ambages que la ‘valencianidad’ es tautológicamente hablando ‘catalanidad’. Añade que no hay ningún otro argumento a favor de “tesis tan atrevida como insostenible”, repudiando la frase que aparece en la página 31 de ‘Nosaltres…’: Dir-nos valencians, en definitiva, és la nostra manera de dir-nos catalans”.

Aquello provocó que 18 días después, el 30 de julio, un grupo de alicantinos de nacencia o adopción a los que se adhirieron Jordi Valor y Joan Valls, publicara una réplica durísima donde se dice: “La catalanidad del país valenciano es evidente, dado el predominio del elemento catalán en él. (…). No lo entienden así ciertos ‘valencianistas’ que bajo su vetusta y naftalinada toga, esconden un espíritu tímido y pueblerino”.

Hagamos constar que faltaban once años para que muriera Franco.

Ante el incremento de la presión surestista que se intentaba consolidar en el hecho de que la provincia de Alicante, salvo L´Alcoià y La Marina, sentía poca o nula afinidad con una Valencia a la que veían distante y centralista, un grupo de treinta y una personalidades del mundo alicantino de la cultura publica el 23 de mayo de 1972 un manifiesto titulado ‘Somos valencianos’ que redactó el escritor socialista Miguel Signes con la evidente colaboración estilística de Vicente Ramos.

El texto literal fue el siguiente:

“Los abajo firmantes, en nombre propio y creyendo interpretar igual sentir en todos los demás escritores y artistas nacidos en la provincia de Alicante, ante el equívoco que en torno a la palabra sureste se está originando, al confundir conceptos de contenido geográfico, histórico, etnográfico, económico y administrativo, declaramos nuestra radical valencianía, no solamente por razones irrenunciables de hijos del Reino de Valencia, sino por aquellas otras, también, de índole espiritual que han conformado histórica y psicológicamente nuestra personalidad”.

Ello provocó que en la ciudad de Valencia, quince entidades culturales y profesionales, encabezadas por el Centro de Cultura Valenciana, antecedente directo de la Real Academia de Cultura Valenciana, patentizaran su negativa al “plan de segregación de la provincia de Alicante del histórico Reino de Valencia”.

Siguiendo con los datos negro sobre blanco, el domingo 31 de marzo de 1974, -el franquismo seguía vivo- de nuevo Información publica una extensa entrevista a doble página a Vicente Ramos cuyo titular lo ubica, un tanto confusamente, “entre la alicantinidad y el sureste”.

Comienzan sus declaraciones así: “Lo valenciano actúa como determinante genérico, mientras que lo alicantino tiene todo lo valenciano más aquello que es diferencial genuino, al igual que lo castellonense”.

Añade: “Si nos trasladamos no ya a otra región como pueda ser Murcia, con la que nuestras diferencias son abismales, sino también dentro de nuestra provincia, existen diferencias…”.

Cuando le pregunta el periodista sobre esa pretendida región del Sureste responde: “Eso, históricamente, es un disparate, no puede aceptarlo ningún alicantino. Nuestra región o país valenciano (sic) es una unidad histórica, etnográfica, cultural, psicológica, por encima de todo”.

Y aun insistiendo en “afirmar categóricamente que los alicantinos somos primaria y esencialmente valencianos y especial y diferencialmente alicantinos” lamenta con un realismo que hoy en día sigue vigente que los castellonenses desconozcan la realidad cultural alicantina y a la inversa.

A finales de la década de los setenta del siglo pasado, había nacido Unión Valenciana como movimiento cultural aglutinador de medio centenar de entidades valencianistas. En noviembre de 1980 Vicente Ramos es cesado por el Consell como miembro de la comisión de bilingüismo y se achacó tal medida a las presiones ejercidas por Manuel Sanchis Guarner. Al mes siguiente, Miguel Ramón Izquierdo y el propio Ramos manifestarán que no tenían intención de convertirse en partido político.

Finalmente, en vista del panorama valenciano y con la UCD en fase de descomposición, el 30 de agosto de 1982 se constituye en partido político, curiosamente en Alicante, con Vicente Ramos como presidente electo el 2 de septiembre y tras las reuniones mantenidas en julio con Ramón Izquierdo, que sería el secretario general, y González Lizondo en su chalet ‘Alone’ de la sierra de Aitana, al lado de su querido Guadalest pero en el término municipal de Benimantell.

Manuel Fraga lo conoció y se quedó prendado de su curriculum de tal manera que, con cierto malestar de las bases y cargos de Alianza Popular, lo incluyó en la lista de Coalición Democrática por Alicante, integrada junto con AP por el Partido Demócrata Popular y Unión Valenciana en las elecciones generales del 28 de octubre de 1982. Fue de número dos y salió electo.

Acusado desde distinto frentes, próximos y lejanos, de panmurcianista y antiautonomista, y directamente desde la izquierda de contrario a la Constitución y al régimen de partidos políticos, tuvo que salir en prensa para manifestar que “jamás había escrito una sola palabra de teoría político-administrativa del Sureste, intención de partidarios de la dictadura primorriverista y proyecto acariciado por un gobierno de tecnócratas franquistas” según declaraciones al diario La Verdad de 21 de septiembre de 1982, ratificando su defensa siempre de la alicantinidad y la valencianía.

Y como en las filas de AP de la provincia de Alicante ese sentimiento valencianista era prácticamente nulo, también volvió a salir a la palestra informativa en la recta final de la campaña electoral -La Verdad, 24 de octubre- para manifestar que su trabajo en el Congreso se dedicaría a defender “los valores e intereses de los pueblos alicantinos”.

El 13 de junio de 1984, por discrepancias a causa de la “deriva nacionalista” que, según él, había tomado UV se marchó al Grupo Mixto.

En este tiempo, pudiendo tener fácil acceso a la biblioteca y archivo del Congreso, escribió su historia del parlamentarismo alicantino citada anteriormente y para él su mejor obra de carácter histórico.

Ya jubilado de la CAM, se dedicó a investigar, estudiar y escribir con la pasión del primer momento.

Sobre toda su amplia producción bibliográfica dijo: La filosofía me enseña a ver la realidad; la literatura a gozar de la palabra; la historia a conocer el ayer y por lo tanto el hoy.

En la recta final de su existencia manifestó: “Mi vida se ha ido haciendo con aciertos y equivocaciones, con tristezas y alegrías, procurando respetar y respetarme, sin envidiar a nadie ni a nada”.

Cuando la publicación de su pueblo ‘Guardamar Digital’ le preguntó el 11 de febrero de 2009 cómo le gustaría que le recordaran, respondió: “Sencillamente como un estudiante que procuró no hacer daño a nadie”.

Termino ya trayendo a la memoria un pensamiento de Rabindranath Tagore: “Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando". Así lo siento.

Muchas gracias.






EXÁGESIS al prólogo de Vicente Ramos en "Con las manos alzadas", de Consuelo Jiménez de Cisneros

                   (Los poetas Vicente Ramos y Manuel Molina con Manolita Moya, en 1956) EXÁGESIS al prólogo de Vicente Ramos al poemario ...