Ramón Palmeral junto a la familia de Vicente Ramos, en el homenaje que le ofrecieron a los 5 meses de su fallecimiento en Ámbito Cultural de El Corte Inglés, por Tomi Duarte, Carmen Verdú, Sonia Castedo y Joaquín Santo Matas.
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En la tarde del 2 de noviembre 2011,
cinco meses después del fallecimiento de historiador, polígrafo y poeta Vicente
Ramos Pérez, el Círculo de Arte Alicantino que dirige Tomy Duarte, le ha
dedicado un recordatorio y homenaje en Ámbito Cultural de El Corte Ingles, con
intervención primero de la presentadora y moderadora Tomy Duarte que hizo una
semblanza de Vicente Ramón y de los ponentes de la mesa, donde estaban Sonia
Castedo, alcalde de Alicante; Carmen Verdú, alcaldesa de Guardamar de Segura; y
de Joaquín Santo Matas, historiador, literato y polígrafo.
Por orden de intervención habló primero
Carmen Verdú que hizo un repaso el legado depositado por Vicente en Guardamar
del Segura -su pueblo de nacimiento en 1990- tras unos años de inactividad por
fin se inauguró hace unos años el Centro de Investigaciones que lleva su nombre
en lo que es hoy la Casa del Médico, con intenciones de que el Centro se
convierta en un lugar obligado para investigadores alicantinos.
Seguidamente le tocó el turno el ponente
Joaquín Santo, con el título de "Vicente Ramos en cuerpo y alma. Vivencias
y ausencias" quien hizo una aproximación a la biografía del homenajeado,
de quien era amigo personal. Nos introdujo en la afiliación a la CNT de Vicente
y de su anarquismo filosófico -no violento-, para seguir hablando de la
relación de Vicente con los literatos Alicantinos o Lucentinos: Azorín, Gabriel
Miró, Miguel Hernández, Figueras Pacheco y otros. Por la brevedad del tiempo no
se puedo extender, nos comentó que cuando Vicente tenía 83 años acometió la
Historia de la Diputación de Alicante, obra inconclusa que por su enfermedad no
pudo terminar. En fin una magistral conferencia.
Finalizó el acto, como por protocolo le
corresponde a Sonia Castedo, que empezó citando a Camus, penetrando en la
filosofía y en la cualidad humanas y excepcionales de Vicente.
Se cerró el acto con un clamoroso público
y amigos que llenaba la sala, e incluso algunos se quedaron de pie y otros se
tuvieron que ir por falta de espacio.
Hubo fotos familiares para hijos (hijo e
hija) y nietos junto a los ponentes. Por enfermedad no puedo asistir Manolita, la viuda de Vicente. Y no faltó Olga Maciá su gran colaboradora
desde hace diez años en asuntos de ordenadores, correspondencia y ordenación de
su muy voluminoso legado.
Por Ramón Fernández Palmeral