Centenario de Vicente Ramos

El historiador, poeta, hernandiano y erudito VICENTE RAMOS PÉREZ, nació en Guardamar el 7 de septiembre de 1919. El presente portal lo dirige Ramón Fernández Palmera, correo: ramon.palmeral@gmail.com, con motivo de su centenario. Seminario del 20 al 24 de marzo de 2019 Sede Universitaria Alicante.

jueves, 7 de noviembre de 2024

EXÁGESIS al prólogo de Vicente Ramos en "Con las manos alzadas", de Consuelo Jiménez de Cisneros

 

                 (Los poetas Vicente Ramos y Manuel Molina con Manolita Moya, en 1956)

EXÁGESIS al prólogo de Vicente Ramos al poemario Con las manos alzadas, de Consuelo Jiménez de Cisneros (Pp 17-19) de la primera edición de 1977, Caja de Ahorros Provincial. Diputación de Alicante.

 Por Ramón Fernández Palmeral

1) El primer párrafo de prólogo, Vicente Ramos se identifica como rilkeano, es decir apelativo del gran poeta austriaco en legua alemana Rainier Maria Rilke (1875-1926), cuando escribe:  

El principio rilkeano de que poesía es experiencia tanto en el hecho determinante del contenido como en la posibilidad liberadora de la forma en el tiempo concreto, a la vez que el verso se descarga de artificialidad. Vía de la naturaleza.

En esta frase, en mi opinión un poco galimatías, Vicente quiere demostrarle a la neófita poeta que él es el prócer, el maestro. Lo cierto es que si lo era y además fue seguido de Rilke como demuestra en su poemario titulado Las Elegías de Guadalest, a imitación de Las Elegía de Duido. La sierra de Aitana fue como el retiro espiritual de Vicente con casa de verano en Benimantell (Valle de Guadalest), como antes lo hicieron Óscar Esplá, Gabriel Miró, Bernácer, y esporádicamente el pintor Emilio Varela. En cambio Rilke escribiría su obra maestra iniciada invitado por la princesa Marie von Thurn und Taxis, entre octubre de 1911 y mayo de 1912, cuando el poeta pasaba por una depresión

Hecha esta breve afinidad y justificación de citar Vicente a Rilke como nota de distinción y cultismo, el párrafo se resume en que el poeta se nutre de su experiencia personal porque la poesía es una verdad, un sentimiento de lo vivido. Y es que, en una ocasión, le dijo Rilke a su editor, ante la pregunta de que no entendía Las elegías de Duino (Son surrealistas o poesía automática)  Rilke le respondió:  “La poesía no es escribe para que se entienda sino para que se sienta”. Entiendo que en esta línea iban los consejos de Vicenta a Consuelo que tenía entonces 21 años. En el sentido de que la poesía es un camino y como tal se dicta en el espíritu del poeta, unas veces será liria de exaltación de la belleza, y otras, de la experiencia del infierno de los mundos interiores, como la depresión del poeta, y con la consecuente de la incomprensión de su lenguaje.

2) El segundo párrafo  se refiera a la juventud de la poetisa, Consuelo tenía 21 años, y la define con  "su iluminada juventud". Estaba progresando "fructificando con evidencia líricas". Aunque no era su primer poemario venía apretando fuerte con evidente desparpajo, como para juntarse con poetas como Manuel Molina Rodríguez (1917-1990) y el propio Vicente Ramos (1919-2011).

 3) El tercer párrafo continua con la idea de del “camino de libertad” en fu firme quehacer literario, porque evidentemente no solo es un camino del progreso humano sino del “ejercicio artístico”. Evidentemente sin libertad creadora no se puede avanzar no en literatura, creación artística no en progreso humano, es condición sine qua non, no podemos avanzar con las cortezas viejas del pasado mediato o antiguo. Vicente califica Con las manos alzadas como “el espíritu liberado”.

4) En el cuarto párrafo incide en la “alegría para cuantos hemos nacido es tierras” de escritores y poetas y nombra a tres emblemáticos autores como Azorín (José Martínez Ruiz), Gabriel Miró y Miguel Hernández, y elogia a Consuelo Jiménez de Cisneros por profundizar en la “esfera de los real”, por se también Alicante la cuna de la joven y despierta autora llena de fuerza y sensibilidad, por detenerse creadora en el ser de sus orígenes mediterráneos, de luz y de buenas letras.

5) en el quinto párrafo destaca Vicente Ramos los poemas de un “libro alicantino”, no solo por los temas o materias que trata, sino también “por las calidades estilísticas, formada y desplegada en la peculiar atmósfera sensible”. No olvidemos que Vicente es el inventor de la “alicantinidad”, como algo intrínseco en el alicantino y de lo alicantino como idiosincrasia peculiar de una zona triangular esencia del Levante español, puesto que Ramón  siempre  defendió que nuestra región autonómica se llamara Levante y no Valencia, para que Alicante no perdiéramos identidad. Cita versos de Consuelo, destacando la bella metáfora  de “y se hizo niño y el mar en nuestras manos” (v. 4 del poema “Recuerdo infantil” pg 26).

6) En el párrafo sexto escribe Ramos que el proceso humanizador alcanza la poesía de Consuelo “en la más honda tradición alicantina en este sentido”. Apunta los nombres de cuatro destacados alicantinos como Gabriel Miró, Julio Bernárcer, Eduardo Irles y Juan Sansano. Porque Alicante y su provincia es luz y mar “la ola luminosa/ donde resbala el cielo” (estrofa sexta del poema: “El Postiguet de noche” pg, 55).

7) En el párrafo séptimo, se destaca la “mediterránea melancolía” de la autora en poemas como “Vendedor de jazmines”, “Parque del Portal de Elche”, San Nicolás, las ocho de la tarde, día de labor” o “Panteón de Quijano”, definidas con sutilezas y cita la estofa “Soy el ángulo de este parque público…” que corresponde a la estrofa primera del poema: “Parque del Portal de Elche” pág. 44). Absorta en este emblemático jardín junto a la  popular Rambla de Méndez Núñez, la autora se sienta en un banco junto a una persona desconocida y se interioriza mística y lírica.

8) El octavo párrafo es síntesis de lo resumido en este Con las manos alzadas, manos en busca de cielos y libertad, donde expone “Lo costumbrista, trascendido de ternura y ansias de vuelo metafórico trasmuta la anécdota en símbolo, fundamento el más valioso, a mi juicio, de este libro…”. Piensa Vicente que el nombre de Consuelo se funde con otros autores alicantinos como Oscar Esplá, Azorín, Carlos Arniches, Gabriel Miró, Miguel Hernández, y con los escultores Vicente y Daniel Bañuls.

9) Y por último como espejo de una libre sensibilidad traba en su versos pueblos como Agosto “barro de vida·, Benidorm “invierno pálido” y Elche “ gozoso de la universalidad de su Dama. Cierra Vicente su prólogo con tres palabras. “Versos bellos entrañables…” y con tres puntos suspensivos, sugiriendo que podría ampliar su elogios.

 

Ramón Fernández Palmeral

Alicante, 9 de noviembre de 2024

 

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1) Autor de Exégesis de la Elegías de Duino, Amazon

-Hermenéutica de la de Elegías de Guadalest de Vicente Ramos

EXÁGESIS al prólogo de Vicente Ramos en "Con las manos alzadas", de Consuelo Jiménez de Cisneros

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